lunes, 13 de abril de 2015

REPUBLICANOS DEL SIGLO XXI





Ochentaicuatro años después de la proclamación de la segunda Republica Española, los ecos de aquel periodo siguen sonando dentro de la sociedad civil y política de nuestro país, demostrando que ni  el fascismo que durante 40 años campó a sus anchas por el país, ni sus herederos, han sido capaces de borrar de la memoria colectiva de una parte de la sociedad  el anhelo de vivir en un país donde sus instituciones y por ende su sociedad sea  más justa y más democrática. Donde todas las instituciones sean del pueblo, por el pueblo y para el pueblo y donde el acceso a estas no sea por derecho, nombre y rango.

Así, ser republicano en el siglo XXI no es querer tener derecho a elegir en las urnas al jefe del estado, sino que se trata de profundizar en cambios en todas las instituciones que rigen el destino del país para democratizarlas y construir una sociedad próspera, justa y equitativa. Donde todos tengamos derecho a decidir libres y en libertad hacia donde queremos encaminar nuestro destino colectivo y donde las instituciones trabajen para los ciudadanos y no para el capital como sucedió en el verano de 2011. En aquel momento, el PP y el PSOE modificaron la Constitución del 78 para pagar las deudas del estado y de los especuladores con el dinero de la sanidad y la educación de todos los ciudadanos. De esta manera, en 2014 hemos asistido los ciudadanos y ciudadanas como meros espectadores al cambio de jefe del estado, entre la  pompa y el boato, en un periodo en que el pueblo pasa hambre o es desahuciado por una banca que es rescatada con el dinero del pueblo.

En consecuencia, considero que  es necesario derogar la constitución del 78, proclamar la III República y abrir un proceso constituyente donde los ciudadanos y ciudadanas de nuestro país tomen posesión en su conjunto del derecho a decidir, redactando un texto constitucional consensuado con el pueblo. Entiendo que vivimos en un periodo donde los ciudadanos están formados y preparados para asumir  los cambios y para entenderlos desde la racionalidad y  sin el abismo del encontrarse, como  se encontraron nuestros padres y abuelos, ante la encrucijada de más Franquismo o Constitución del 78. Hemos de evolucionar de forma pacífica y democrática hacia un cambio radical en las instituciones y estructuras del estado que abra paso a un periodo de prosperidad construida desde abajo y dirigida entre todos los que de forma democrática y pacífica quieran participar.


En este sentido, hoy tenemos claras muestras que la sociedad actual está dispuesta a tomar las riendas del cambio y lo ha demostrado el 15M o a través de todas las mareas multicolores en defensa de lo público;  lo ha demostrado en las urnas, con parlamentos multicolores, y lo demuestra día a día protestando, pese a que el gobierno de derechas  se empeñe en hacer leyes que impidan este derecho fundamental en democracia. Así, hoy el pueblo está maduro para un cambio necesario o lo que es lo mismo para la evolución natural  de la España de las autonomías, hacia un modelo de Republica Federal, ya que el actual sistema está agotado y esta crisis lo ha demostrado.

Sin embargo,  está claro que hoy 14 de Abril de 2015 no podemos ni debemos olvidar a quienes dieron sus vidas por defender los valores, derechos y deberes de la constitución de la Segunda Republica Española. 

Ellos defendieron, desde el derecho al voto, algo tan fundamental y necesario para construir un mañana prospero y democrático, hasta el derecho a la sanidad. Así, dieron sus vidas, para que los ciudadanos y ciudadanas de todo cuño tuvieran acceso a la enseñanza pública. Lucharon por un texto que establecía en su artículo 2 que todos los españoles son iguales ante la ley o en su artículo 6 que el estado español renunciaba a la guerra como instrumento de política nacional, un texto que a través de su artículo 46 sentaba las bases de la sanidad pública que hoy tenemos.

 
Hoy muchos de los que dieron sus vidas luchando por defender los derechos y deberes de la carta magna de 1931 están tirados en las cunetas de las carreteras o enterrados en fosas comunes sin identificar, víctimas de la barbarie fascista que durante 40 años se instaló en España de la mano del general Franco y sus acólitos. “Ellos” no dudaron en asesinar de forma vil y cobarde a todos aquellos que no defendían los valores del “movimiento” que gano la guerra civil gracias al apoyo de la Alemania nazi o de la Italia fascista.
Por lo tanto, a todos los que están tirados en las cunetas de las carreteras y a sus descendientes les debemos todos los demócratas de España la identificación y devolución de los restos de los sus familiares y justicia.   

Debemos cerrar este capítulo de nuestra historia y comenzar a escribir el nuevo capítulo que conduzca al pueblo Español de forma democrática hacia la III República, para acabar de democratizar las instituciones del pueblo.

Hoy es tiempo de reflexión y de memoria de todos los republicanos del siglo XXI, es tiempo de mirar atrás para no olvidar de dónde venimos, pero también es tiempo de mirar hacia adelante para saber hacia dónde vamos. Es tiempo de construir una conciencia republicana sólida entre los ciudadanos y ciudadanas de todo cuño, a lo largo y ancho de nuestro país, capaz de impulsar la proclamación de la III Republica Federal Española, una Republica que seguramente en palabras de Abraham Lincoln seria  “Del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”

Salud y república 


Antonio Garcia Leal ®
Coordinador de redes ICV El Vendrell