El desastre está servido, en forma de presupuesto, más
recortes sociales, subida del impuesto de sociedades, y por si fuera poco la
brillante “ocurrencia” del ejecutivo liderado por Rajoy; amnistía fiscal para
los defraudadores.
Este es el camino para salir de la crisis económica,
que el ejecutivo nos marca, complementadas por una reforma laboral que no
generara empleo en 2012, el cual se pronostica que en este año aumente en 630.000 parados más;
que deja a los trabajadores desprotegidos ante la patronal, la cual parece más que
satisfecha con esta reforma y ahora platea sin tapujos la reforma de la ley de
huelga para acabar de demoler los derechos de los trabajadores; un real decreto para dotar de liquidez a las
administraciones locales dotado con 35000 millones, que si bien sirve para que
los proveedores de las administraciones cobren, aunque los primeros en cobrar serán los que estén
dispuestos a amnistiar a las administraciones parte de la deuda, tiene
como contra partida que las administraciones se endeuden con la
banca recibiendo créditos al 5 % de interés mientras esta recibe el dinero de
BCE al 1 %.
Mientras todo esto sucede en menos de 100 días de
gobierno del Partido Popular y mediado un
paro general por la falta absoluta de dialogo entre las centrales
sindicales y el gobierno, el plan para el fraude fiscal no lo presentaran hasta
después de semana santa, y de la reforma del mercado financiero, parte
responsable de esta crisis económica por su desmesurada codicia no se oye
hablar, tampoco se nos habla de lo que le pasara a cientos de miles de pequeños
inversores que contrataron las opciones preferentes de la misma banca que
recibe dinero del BCE al 1 % y lo vende a las administraciones locales al 5 %,
una banca que para comprar entidades en quiebra recibe 900 millones de euros de
fondos públicos; una banca que no ha parado nunca de tener beneficios y lo ha
anunciado a bombo y platillo.
Y el ciudadano recibe del gobierno una fuerte
bofetada traducida en más impuestos; unos servicios públicos recortados y de
peor calidad, pero a un precio superior, y
ninguna solución a medio plazo para salir de la crisis.
Para acabar de rematarlo los escándalos de corrupción
siguen copando los medios de comunicación, el caso Urdangarin, el caso Matas,
la trama Gürtel o el caso de los eres ponen de manifiesto la podredumbre del
sistema, y nos muestran una realidad difícil de asumir; nuestras arcas están vacías,
y los bolsillos de unos cuantos están llenos, para contrarrestar esta podredumbre;
la ley de transparencia, una idea vaga para poner freno a la nefasta gestión
que nos ha conducido a este desastre que para hacerla más próxima al ciudadano,
está sujeta a las sugerencias de este mediante un pagina web – yo hice la mías las podéis
ver siguiendo este enlace – o el código
de ética para forzar a la banca a aceptar en casos de extrema miseria al dación
en pago, medida que la plataforma en
lucha contra los desahucios considera insuficiente.
Me gustaría cerrar este articulo diciendo que me
parece lamentable la hipocresía del ejecutivo del señor Rajoy, el cual no
dudaba en 2010 en decir de la amnistía que proponía el gobierno de Zapatero, “que era una ocurrencia” o la señora de Cospedal que la tachaba de “medida
antisocial” y ahora lo plantea como una
idea brillante para sacarnos de la crisis, con esa actitud nos han privado
durante dos años unos ingresos que podrían cuando menos haber ayudado a que las arcas públicas
estuvieran mas llenas, con su actitud nefasta en la oposición no han conducido
a este desastre y son tan responsables de esta situación, como lo son los que
gobernaban, por eso lo peor de todo este esperpento de medidas es que al final
del camino para lo único que van a servir es para hacer al pobre más pobre y al rico más rico; para el pequeño ahorrador
las opciones preferentes, para el gran defraudador amnistía fiscal.
“No se trata de hacer sociedades
donde seamos
todos iguales, ni menos aún, de destruir lo
construido para crear algo diferente,
se trata simplemente de crear una sociedad
donde todos estemos en igualdad de condiciones;
equilibremos pues la balanza”
Antonio Garcia Leal ®