Ha
llovido mucho desde que en 1984 Miguel Boyer con decretase la primera amnistía
fiscal de la España democrática, su la
finalidad, conseguir meter en la caja
del erario público algunos de los millones que las clases pudientes, otrora
dirigentes habían evadido del control de la hacienda pública, que en aquellos días, en los que la en la
banca española existía aun el secreto bancario, o cuando aun no existía el IVA
(Impuesto sobre el valor añadido), esta amnistía supuso un leve empujón de
dinero negro a las maltrechas arcas, mediante la compra de pagares del tesoro
sin penalización fiscal, además de dotar
al adquiriente del anonimato, algo impensable si se mira hoy fríamente,
pero excusable, si se tiene en cuenta que hubo muchas cosas que en esos días
como hoy, seguían y siguen bien atadas;
aunque esta no sería la última vez que
un gobierno socialista decretaría una amnistía, ya que en 1991 cuando el
ministro de hacienda era Carlos Solchaga, se ofreció al defraudador canjear su dinero
negro, por pagares del tesoro denominados, deuda pública especial, con un tipo
de interés inferior al del mercado, en ningún caso estas medidas colmaron las
expectativas creadas.
La
siguiente ocasión y la ultima en la que un gobierno socialista plantearía esta
posibilidad, fue en 2010, en el auge de la crisis económica y a dos años vista
de las elecciones, ante una brutal falta
de liquidez, en esa ocasión, con Zapatero a la cabeza del ejecutivo, el
plantearlo supuso, que el entonces líder de la oposición Mariano
Rajoy la tachase de ocurrencia y que María Dolores de Cospedal, ahora
secretaria general del partido popular, la tachase de medida antisocial.
Tras
la breve historia sobre las amnistías fiscales en España, que parafraseando al
señor Rajoy las tachare de ocurrencias, la primera cosas que me planteo es, ¿es
ético y moral en un tiempo de recortes amnistiar al defraudador fiscal?, yo
creo que no, puesto que el que se va a beneficiar de esta amnistía, ha sido
insolidario con el resto de ciudadanos, se ha beneficiado de los servicios que
le brindaba el estado al que ha defraudado y seguramente pertenece a las clases
pudientes de este país, y esto, visto desde mi perspectiva, como simple contribuyente que está expuesto a
que un error en su declaración le suponga un multa millonaria para mi
microeconomía, no es aceptable a mi me enseñaron que robar tiene sus
consecuencias y el estado ha de estar
allí para hacer cumplir la ley.
También me pregunto ¿Qué ha cambiado para que las ocurrencias de Zapatero, sean ahora medidas brillantes?, en mi opinión lo único que ha cambiado es el color político del gobierno, antes gobernaba la izquierda, y ahora gobierna la derecha, una derecha demagógica e hipócrita que tiene un discurso cambiante y carente de objetivos que nos conducirá sin lugar a dudas a ninguna parte; un gobierno que en palabras de su ministro de hacienda pone énfasis en que lo primero es el déficit; lo segundo es el déficit; y lo tercero es el déficit; olvidándose que este país lo componen personas de carne y hueso que constituyen con su trabajo diario, el PIB de este país.
Pero
lo peor de todo es que la ocurrencia del gobierno para recaudar entre los
defraudadores, estima que se recaudaran 2500 millones de euros, unas
previsiones muy positivas si se tiene en cuenta que no se puede cifrar la
intención del defraudador, ya que ¿podemos saber con certeza que ese dinero va
aflorar?, en mi opinión no y aventurarlo supone a mí juicio, como comprar un
billete de lotería y esperar que toque
para pagar la hipoteca del próximo mes.
No
obstante antes de aflorar los millones de dinero negro al ejecutivo de Rajoy le surgen los problemas para llevar adelante su
anunciada amnistía fiscal, ya que País Vasco, o Navarra ya han dicho que no la
van aplicarla argumentando algo que
resulta obvio, lo que ha de hacerse es perseguir al defraudador.
Para
concluir decir que yo no estoy a favor con la amnistía fiscal porque la
considero injusta, e injustificable que en plena crisis económica, en la que la
mayoría ha de apretarse el cinturón, el defraudador pagando un 10 % se vaya de
rositas con el dinero que ha estafado a la hacienda pública, no es educativo ni
útil para el ciudadano permitir que exista el fraude fiscal y menos hacer amnistías
que sirvan para mantener el estatus de vida de unas personas que se dicen son
las clases pudientes de este país.
Antonio Garcia Leal ®
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