El dinero público que paga escuelas; carreteras o quirófanos, ese dinero que sale de nuestros bolsillos y
que sostiene el sistema socio político en el que vivimos, ese dinero que otrora
fuere la peseta y que hoy se llama euro, una parte del cual sirve parallenarlas arcas del Banco Central Europeo está siendo utilizado por el estado en una
parte, para salvar a la banca de sus ansias de codicia desmesurada, y de su
inutilidad manifiesta para hacer grandes negocios; mientras esto sucede, el
obrero, el ciudadano medio, el trabajador nacional o inmigrante, el parado, el
joven estudiante, o el viejo, ven como la sanidad es recortada o como han de
pagar más por los medicamentos; como en
su educación se invierte menos dinero y se suben las tasas de acceso; se nos dice que se han de pagar más impuestos para
sostener un estado del bienestar recortado; dicho en el lenguaje del pueblo, nos cobran más
por unos servicios peores, y mientras
hacen esonos bajan los salarios aludiendo
a la crisis y asfixiando de esa manera a la masa, y al final el ciudadano observa impotente como el estado del
bienestar es derrumbado por los dirigentes que lo justifican diciendo que no hay dinero para salvarlo.
Hay dinero para salvar a la banca, hay dinero, para ir de caza, hay
dinero para sostener un sistema político lleno de recovecos y gastos inútiles y
dinero para grandes cumbres que durante años no han servido más, que para hundirnos en la miseria a los
ciudadanos; unas cumbres llenas de hombres y mujeres de rango y prestigio, hoy
desprestigiados, los que llevaron las riendas del sistema a su decadencia, los
que ayer fueron incapaces de ver el colapso presente, hoy nos dicen que tienen
la solución, y que esa solución es simplemente que nos hemos de apretar el cinturón
hasta la asfixia, para que unos cuantos
puedan seguir teniendo cuentas millonarias y vidas de ensueño; para que el
caviar y el champan pueda seguir fluyendo entre los hombres y mujeres de rango
y de poder , se nos pide que involucionemos voluntariamente renunciando al
legado de nuestros padres y abuelos, renunciando por lo que tantos durante tanto tiempo
lucharon y por lo que unos cuantos llegaron a dar su vida, se nos pide que
entreguemos el progreso como sociedad en
beneficio de nada, puesto que nada nos ofrecen a cambio, ya que no hay un techo
o freno al recorte, no existe una hoja de ruta ni existe un plan preconcebido
que nos hayan mostrado, para que el ciudadano sepa de primera mano cuando
llegara el final del túnel y comenzaremos a ver la luz nos piden confianza y
haciendo exactamente lo contrario a lo que dijeron que iban hacer.
Por eso, echando la vista atrás y
mirando el legado que mis padres me dejaron veo una sociedad que lucho activa y
democráticamente contra un sistema que le robo sus derechos, veo una sociedad de
hombres y mujeres que se sacrificaron por cambiar las cosas, y que consiguieron
construir una sociedad progresista y de progreso que hoy está a medio construir,
debemos coger su testigo y seguir
trabajando con el cincel hasta pulir ese diamante en bruto que tenemos y que se
llama democracia, lo hemos de hacer por los que lo hicieron antes, por los que
dieron su vida por hacerlo, y sobre todo,
por dejar un legado solido para nuestro
hijos porque de ellos es el futuro y nuestro es el presente para construir de
forma democrática un futuro mejor de todos por todos y para todos.
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