Parece que la llegada del PP al gobierno no ha sido la clave para la estabilidad económica del país, se sigue sin generar empleo, faltan medidas que estimulen el mercado laboral, y contraviniendo todo aquello que dijeron en campaña, la derecha española ha subido los impuestos, el IRPF y el IBI, y por si esto no fuera poco, la falta de acuerdo entre los agentes sociales y la patronal puede dar carta blanca al gobierno para imponer una reforma del mercado laboral que seguramente estará más próxima a los postulados de la patronal que a los esgrimidos por los sindicatos, para acabarlo de rematar, nuestro flamante presidente del gobierno ha dicho públicamente, que hará algo parecido a lo que han hecho los portugueses; en Portugal se ha abaratado el despido (de 30 días a 12), se ha subida del IVA para productos como la luz y el agua (del 6% al 23%); el aumento del copago en estos términos, des del uno de enero, una consulta con el médico de familia en el centro de salud pasó de dos euros y medio a cinco. Una cita con el enfermero costará 3 euros y una visita a urgencias, donde ahora se pagan menos de diez euros, llegará a los veinte. Además se incrementa en un 20% el número máximo de pacientes por médico en los centros de salud.
En contra partida este nuevo gobierno ha puesto en
marcha medidas populista como la cadena perpetua o como ellos la llaman pena
permanente revisable, el juicio a mayores y menores juntos, la ley de transparencia presupuestaria, que podría inhabilitar a
políticos que estiren mas el brazo que la manga, véase, la comunidad Valenciana
un brillante ejemplo de esta práctica, Aeropuertos sin aviones 151 millones de
euros en inversión = colegios que no puede
pagar la factura de la luz o la calefacción, o la limitación de pago en
efectivo para perseguir el fraude, son algunos ejemplos de las políticas de
nuestro gobierno, populismo de escaparate.
Mientras tanto la oposición, está enfrascada en su
particular travesía por el desierto, en busca de un líder o lideresa capaz de
devolver la credibilidad perdida en la última legislatura, donde cambiamos la
constitución por imposición de un tercero (UE), en menos de dos meses, y se
acometieron políticas erróneas para sacarnos de la crisis, ahora el PSOE está
entrando en su catarsis congresual donde o se renueva, o muere.
En el plano judicial, algo que entra por desgracia en la crónica político social de los últimos años como si fuese una parte más, su puerta giratoria hace que entren dirigentes del PSOE por un lado, véase el señor Blanco y en el Caso Campeón, o el escándalo de los ERE en Andalucía, mientras que por el otro salen indemnes los señores Camps y Costa, por un ajustado 5 a 4, y a mitad de camino se quedan los señores Fabra diputación de Castellón y Matas ambos podrían ir a prisión, aunque al primero le bastaría con que le tocasen 4,2 millones de euros en la lotería para eludir la prisión preventiva.
A la postre y en el plano judicial está don Iñaqui
Urdagarín presunto defraudador a la hacienda pública, al que también se le
atribuye el delito de apropiarse de fondos públicos, ante estas acusaciones, la
monarquía ha dado un puñetazo en la mesa y ha acusado a don Iñaqui de conducta inapropiada.
Y ni que decir tiene, que la fiscalía ha dejado
claro que su esposa no es culpable de ningún delito al desconocer esta los
negocios de su marido aunque según el Mundo
y el Periódico, un buen día
invirtió 1500 euros en AIZOON en tres años gano 571.000 € un negocio muy
rentable. Pero no existe vínculo con los negocios de su marido.
Y es que tenemos la obligación moral de hacer alguna
cosa concreta, para detener esta sangría de derechos, además de frenar las
imposiciones de la clase dirigente, con el fin de encauzar la economía, una
economía que mas allá de las siglas partidistas, ha sido responsabilidad de
quienes han gobernado, en la Moncloa, en las comunidades autónomas y en los
ayuntamientos por eso les invito a la reflexión y a que como puedan participen
activamente en cambiar las cosas, no solo por su futuro, sino por el futuro de
sus hijos y nietos, por un futuro donde todos tengamos cabida.
Antonio Garcia Leal ®
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